Monday, October 06, 2008

Astillero

■ Felipe ante su fantasma
■ Impericia grave
■ Pasmo de “civiles”
■ Control militar

Andrés Leonardo Gómez Emilsson fue detenido el viernes por el EMP por protestar en Palacio Nacional Foto: María Luisa Severiano
Felipe Calderón mostró una peligrosa impericia el viernes pasado a la hora de enfrentar las manejables protestas de dos jóvenes en Palacio Nacional. Tomado absolutamente sin sorpresa, pues Andrés Gómez le hizo saber con toda anticipación su claramente impugnadora negativa a saludarlo, el ocupante de la Presidencia de la República perdió el control político del incidente, al tratar de hilar improvisaciones discursivas sobre la libertad y la tolerancia mientras a sus ojos Mario Virgilio Jiménez era sacado del lugar por miembros del Estado Mayor Presidencial y otros de ellos “controlaban” mediante amenazantes órdenes y acoso físico a quien había gritado “espurio” al funcionario michoacano que permitió el actuar represivo de sus cuidadores militares sin atreverse a dar el golpe básico de inteligencia política que hubiera significado el ordenar en público e instantáneamente a su cuerpo castrense de elite que dejara en paz a los jóvenes y respetara su libre expresión.
Lo más grave no fue, sin embargo, la comprobación pública de la reducida estatura política de quien está encaramado en la cúspide de la pirámide de la administración federal, ni su comportamiento lleno de trastiendas donde se almacenan resentimientos e inseguridad, sino el hecho palmario de que durante dos horas y media quien ejerció el poder fue el Estado Mayor Presidencial, con ausencia operativa absoluta de los funcionarios civiles integrantes del aparato presidencial cuando menos hasta la torpe y deshilachada emisión, presuntamente el finiquito del asunto, de un comunicado de prensa en el que el ocupante de Los Pinos justifica y se hace corresponsable de la acción de sus custodios, quienes habrían cumplido con sus obligaciones reglamentarias y legales al detener a los dos jóvenes, encerrarlos durante una hora y media en oficinas de Palacio Nacional convertidas en cárceles preventivas, someterlos a interrogatorios y tratamientos amenazantes, entregarlos sin razón jurídicamente fundada ni formalizada a policías del Distrito Federal y, dejando asomar el rostro oscuro de la posibilidad de enjuiciarlos por delitos de corte político, beneficiarlos con un gesto de presunta generosidad al “anticipar” que no se formularían “cargos contra estos jóvenes”, lo cual constituyó la primera amnistía del régimen calderónico a presos políticos que a pesar de la brevedad de su detención y el desistimiento de su parte acusadora podrían ahora entablar demandas contra quienes los sometieron a todas las arbitrariedades citadas e incluso contra el licenciado Calderón, que se la pasa solicitando a los desprotegidos ciudadanos que denuncien los presuntos delitos que cometan peligrosos y vengativos criminales pero que él mismo, en medio de sus fortalezas blindadas, fue incapaz de sostener acusaciones contra quienes sí consideró probables responsables “de conductas que son sancionadas penal o administrativamente por la legislación vigente”.
El episodio del viernes deja lamentables saldos. Calderón careció de la grandeza política para enfrentar una protesta juvenil previsible y acotada y, a pesar de las palabras que dijo, permitió que el par de jóvenes fuese arrestado, en clara convalidación práctica del intento en curso de criminalizar toda protesta política y social. Calderón no puede aducir que ignoraba el actuar represivo de sus escoltas, pues a Mario Virgilio Jiménez lo “retiraron” del público invitado mientras él, Felipe, cambiaba el giro de su discurso, tocaba el tema del 68 y hablaba de que ahora sí se podía dar el “espectáculo” de impugnar al poderoso sin que –cajum, cajum– le sucediera nada a los disidentes, y la ausencia de Andrés Gómez era evidente a la hora en que, al final del acto, los jóvenes premiados se tomaron una fotografía oficial con el michoacano que no pudo sustraerse a la tentación menor de contaminar su discurso con las referencias a quienes ahora le niegan reconocimiento como presidente pero 40 años atrás formaban parte de aquel “régimen autoritario”.
Otro detalle grotesco fue la virtual huida de personajes del gobierno federal a la hora de atender el caso de los jóvenes desaparecidos durante más de 90 minutos. Ningún funcionario hizo nada que no fuera abandonar con rapidez el escenario candente. La máxima burócrata del instituto juvenil federal, convocante del acto, se quedó pasmada, muda, incapaz de algo más que pedir en estado zombi a los reporteros que la dejaran pasar. Por cierto, esta presidenta del Instituto Mexicano de la Juventud, Priscila Vera, fue impuesta por Mariana Gómez del Campo, familiar de la señora Margarita, para que ese instituto sea fuente de recursos para actividades panistas en la capital y de negocios para beneficio de esa camarilla blanquiazul. En realidad, el acto juvenil fue pensado originalmente para centrar el discurso felipense en el encomio de la lucha política de la oaxaqueña Eufrosina Cruz, a quien arrebataron un triunfo electoral a cuenta de usos y costumbres indígenas contrarios a la participación de las mujeres. Calderón no había hablado del 68 ni lo haría en este acto sino de manera sesgada, reconociendo el valor de los jóvenes mexicanos estudiosos y dedicados y estableciendo referentes cómodos para él, como el caso de Eufrosina. Las circunstancias le obligaron a atender improvisadamente el tema indeseado, con tan poca habilidad que acabó confirmando, involuntariamente y entre tropiezos, un día después del Dos de Octubre, los peligros de las instituciones civiles rebasadas y del poder militar sustituto.
Y, mientras los narcos van subiendo el rango políticos de sus víctimas, esta vez al asesinar al presidente municipal de Ixtapan de la Sal, y el cártel del Golfo se desmarca mediante Manta News de las granadas de Morelia y ofrece millonaria recompensa en dólares para encontrar a los culpables, y en Chiapas mueren campesinos enmedio del desgobierno del alegre Juan Sabines II, ¡hasta mañana, con los primeros partes de la guerra electoral de Guerrero, en la que el PRD-Chucho/Gobierno va con todo el arsenal mapache en Acapulco!

AstilleroJulio Hernández López Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx

Saturday, August 23, 2008

Carta del presidente legítimo de México, Andrés Manuel López Obrador, al pueblo de México:


En la actualidad, muchos mexicanos están sufriendo o viven angustiados por la violencia imperante en todo el país.

Por eso, he decidido dar a conocer mi opinión sobre este grave problema y proponer al mismo tiempo algunas medidas para enfrentar el flagelo de la delincuencia.

En primer término tenemos que preguntarnos y aclarar ¿cómo fue que llegamos a estos extremos de inseguridad?

Desde mi punto de vista, esta descomposición social viene de lejos, se acentuó en los últimos tiempos y se precipitó después del fraude electoral.

Esta crisis tiene su antecedente inmediato en la política salinista, que convirtió al gobierno en un comité al servicio de una minoría de banqueros, hombres de negocios vinculados al poder, especuladores, traficantes de influencias y políticos corruptos.

A partir de la creación de esta red de intereses y complicidades, todas las acciones del gobierno se orientaron a mantener y acrecentar los privilegios de unos cuantos, sin importar el destino del país y la suerte de la mayoría de los mexicanos.

En este marco de complicidades y componendas entre el poder económico y el poder político, se llevaron a cabo las privatizaciones de las empresas públicas en beneficio de una minoría. También, en este contexto, debe verse el asunto del Fobaproa, el saqueo más grande que se haya registrado en la historia de México, desde la época colonial.

Recordemos que Ernesto Zedillo, con el apoyo del PRI y del PAN, del PRIAN, decidió convertir las deudas privadas de unos cuantos, en deuda pública.

A la llegada de Vicente Fox se fortaleció y se hizo más vulgar esta red de complicidades, al grado que un empleado del banquero Roberto Hernández, pasó a ser el encargado de la Hacienda Pública. Pero lo más grave fue que Fox dio al traste con la incipiente democracia mexicana.

A estas alturas, ha quedado suficientemente claro que quienes urdieron y llevaron a cabo el fraude electoral del 2006, lo hicieron para seguir imponiendo una política económica contraria al interés popular y a la soberanía nacional.

El fraude causó un daño inmenso: lastimó los sentimientos de millones de mexicanos, socavó a las instituciones, envileció por entero a la llamada sociedad política, y quien actualmente se ostenta como presidente de la República no sólo carece de autoridad moral, sino que su ineptitud es cada vez más evidente.

El fraude nos llevó a más pobreza, desempleo, carestía, crisis de bienestar social y desamparo, a más inseguridad y más violencia. Todo lo cual, si se hubiese respetado el voto ciudadano, no se estaría padeciendo o, cuando menos, habría la esperanza de salir adelante y no la sensación de frustración que empieza a dominar en amplios sectores de la sociedad.

Además, la falta de sensibilidad y la hipocresía de los potentados, y de su representante en la Presidencia, es cada vez más notoria. Por ejemplo, ahora cuando se ha desbordado la inseguridad y la violencia en el país, lo único que se les ocurre es amenazar con el discurso propagandístico de "la mano dura", y quieren resolver el problema con más policías, más soldados, más cárceles, leyes más severas, y condenas más largas. Como ello bastara para enfrentar una situación que se ha originado por 26 años de estancamiento económico, por mayor desigualdad, por falta de empleo y educación para los jóvenes, por la corrupción y por el modelo de vida que han venido fomentando las elites, a través de los medios de comunicación, donde lo más importante es triunfar a toda costa, sin escrúpulos morales de ninguna índole y donde el dinero siempre se impone sobre la moral y la dignidad del pueblo.

La delincuencia y la convulsión social son producto de la injusticia y de una estructura de clases corrupta que ignora o menosprecia a los pobres. Mientras en una sociedad hay oportunidades para todos, también hay tranquilidad social. Cuando hay mucha gente desempleada, económicamente desposeída y sin esperanzas, es mayor la tentación de escapar de la amarga realidad, mediante las drogas y la violencia.

Sin justicia no hay garantía de seguridad, ni de tranquilidad, ni de paz social. La solución de fondo en el combate a la delincuencia, la más humanitaria, eficaz y probablemente la menos cara, consiste en combatir el desempleo, la pobreza, la desintegración familiar, la pérdida de valores y la ausencia de alternativas. Pero nada de eso están haciendo los hombres del poder en México.

Tampoco están dispuestos a rectificar, ni practican la autocrítica. Por el contrario, a pesar de que el país está hundido en una profunda crisis económica y de bienestar social, insisten en seguir saqueando, en despojar al pueblo de su patrimonio y de su porvenir.

No se ponen a pensar que si se aprobaran las reformas que propone Calderón para privatizar la industria petrolera, habría más pobreza, más desempleo, pero también más frustración y violencia, lo cual ni a ellos mismos les conviene, porque nadie podría vivir en un país con tanto desorden social. A menos que por la codicia estén dispuestos a permanecer como rehenes en casas amuralladas, a viajar en carros blindados y a moverse con nubes de guardaespaldas, pero a eso, francamente, no se le puede llamar vivir.

De modo que si ellos no alcanzan a entender que el petróleo en manos de la Nación es un factor de estabilidad política y social, a nosotros nos corresponde actuar con responsabilidad y hacer todo lo que podamos para frenar el proceso de degradación progresiva que afecta a la sociedad en su conjunto y a la vida pública.

No puede ser que por la enajenación que produce la ambición al dinero, se destruya lo más preciado para todos que es la tranquilidad y la paz social o se obliga a algunos mexicanos a abandonar al país.

Todos queremos que nuestros hijos y nuestros nietos puedan caminar por las calles, libres de miedos y temores.

Por lo anterior, propongo de manera concreta lo siguiente:

1. Lo primero que tenemos que hacer es evitar la privatización, abierta o disfrazada, de la industria petrolera nacional y seguir luchando hasta rechazar por completo las iniciativas de reformas que presentaron Calderón y el PRI en el Congreso.

Entre otras razones, nos oponemos a la privatización, porque queremos vivir en paz y sabemos que la paz es fruto de la justicia. El despojo de la renta petrolera creará un ambiente de insatisfacción y farsa, que nos mantendrá en constante riesgo de confrontación y habrá más inseguridad e inestabilidad política.

2. Es necesario ver el gasto destinado a la juventud como una inversión social.

La Cámara de Diputados debe autorizar mayor presupuesto a las universidades públicas con el propósito de que los 300 mil jóvenes que cada año son rechazados con el pretexto de que no pasan el examen de admisión, tengan la oportunidad de estudiar y no se les orille a tomar el camino de las conductas antisociales.

Asimismo, deben otorgarse becas a todos los jóvenes que estudian en el nivel medio superior, como lo está haciendo el Gobierno del Distrito Federal.

3.. Deben renunciar, de inmediato, los secretarios de Gobernación y de Seguridad Pública federal, Juan Camilo Mouriño y Genaro García Luna, respectivamente, así como el procurador General de la República, Eduardo Medina Mora. Los motivos son obvios: el primero, es un delincuente confeso y los otros dos ya fueron, durante el gobierno de Fox, titular de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) y secretario de Seguridad Pública federal. Y durante todo este tiempo, han demostrado su falta de integridad e ineficiencia.

4. Debe orientarse el presupuesto público a impulsar actividades productivas, crear empleos y garantizar el bienestar de la población.

El gobierno de facto no ha hecho nada para reducir su enorme gasto burocrático. Por el contrario, en 2007, lo aumentó en 154 mil millones de pesos. Y hasta ahora su gasto corriente en 2008 se proyecta en 250 mil millones más. Es decir, en sólo 2 años sumará 404 mil millones de pesos.

A su vez, en 2007, los excedentes por precios altos del petróleo de exportación fueron de 12 mil millones de dólares y en 2008 serán 20 mil millones más.

Por eso proponemos que se lleve a cabo una reducción del gasto burocrático de por lo menos 200 mil millones de pesos y que estos recursos, junto con los excedentes petroleros, se destinen a la inversión en infraestructura y desarrollo social. En particular, estos recursos deben orientarse a fortalecer a Pemex, a garantizar la soberanía alimentaria y a crear empleos sobre todo para los jóvenes.

5. Debemos seguir insistiendo hasta lograr una renovación tajante de la vida pública. Nada o poco se logrará mientras se mantenga este régimen de opresión, corrupción y privilegios.

El país está secuestrado por una minoría rapaz. No se pueden enfrentar los graves y grandes problemas nacionales si continúa el predominio de una mafia política tanto o más peligrosa que la delincuencia organizada.

Sí hay salidas, sigamos organizándonos.

Sigamos defendiendo al pueblo y al patrimonio de la Nación

Sigamos trabajando en la transformación de la vida pública de México.

Andrés Manuel López Obrador
Presidente Legítimo de México

Wednesday, August 20, 2008

¿DÓNDE ESTÁ EL SEÑOR CALDERÓN?

FUERON VARIAS LAS veces que el empresario Alejandro Martí solicitó hablar con el señor Felipe Calderón para informarle del secuestro de su hijo Fernando, y demandar la ayuda de la Administración Federal para localizarlo con vida. Cada una de esas ocasiones, narran allegados a la familia del niño asesinado, la respuesta que Martí encontró en Los Pinos fue la misma. No lo podía recibir. La apretada agenda se lo impedía.
El caso de este empresario no es el único. Son decenas los personajes a quienes en el último par de años les han cerrado las puertas de la (ahora mal) llamada residencia presidencial. Lo mismo industriales que intelectuales, periodistas que dirigentes sociales. Las horas del día no le alcanzan a Calderón para ver a nadie que no sea miembro de su inner circle, al que sus propios integrantes llaman "círculo íntimo".
Con nadie más dialoga ni intercambia puntos de vista. Nadie que no pertenezca a ese círculo "pelotea" con él las tácticas y estrategias –de haberlas— de su Administración.
Sucede lo mismo en las giras. Custodiado hasta por aeronaves artilladas, el escudo militar que rodea al señor Calderón en sus visitas a las entidades de la Federación es absolutamente impenetrable. Y en tales paseos, sólo escucha las interesadas voces de sus anfitriones, los gobernadores, que por supuesto no concuerdan con el sentir de los gobernados.
Así corren los días de este sexenio. ¿O medios días? Porque la "apretada agenda" del señor Calderón, sólo muy excepcionalmente contempla eventos vespertinos. Menos aún nocturnos. Y ello indicaría que, si en Estados Unidos, los políticos "gobiernan al mundo from 9 to 5", aquí –mucho más fregones-- se administra al país sólo hasta antes de la hora del aperitivo y posterior comida.
Se entiende –sólo así— que la agenda del ocupante de Los Pinos sea entonces tan "apretada". Pocas horas de labor. Muchos paseos por los estados. ¿A qué horas gobierna? ¿Dónde se le puede localizar por las tardes?
El caso Martí, cual genéricamente ya se llama a la tragedia de una familia que es compartida por el resto de los mexicanos, ha desatado muchas interrogantes. Una más, entre muchas, es precisamente esa. ¿Dónde está el señor Calderón?
Y se pregunta sobre su localización, porque su "lectura" de la realidad es harto distinta de la del resto de los ciudadanos. ¿Tras de cuál cristal está su perspectiva?
Porque la semana anterior, cuando todo México clamaba por justicia, él "leyó" que lo demandado era un golpe mediático espectacular: incrementar las penas a los secuestradores de niños o discapacitados –nada más de ellos--, y no la captura y aplicación severa de las leyes existentes a quienes priven de la libertad y la vida a los demás. Sin excepción.
Algo pasa en Los Pinos que ya preocupa a quienes antes tenían abiertas sus puertas prácticamente de par en par.
¿Dónde está el señor Calderón? ¿Por qué no dialoga con nadie que no sea "íntimo"? ¿Cómo sabe qué es lo que quiere la sociedad? ¿Por qué nunca "abrieron" un espacio en su "apretada agenda", aún a sabiendas –supongo que sabían— de que había un secuestro de por medio

FRANCISCO RODRÍGUEZ
ÍNDICE POLÍTICO

Monday, August 18, 2008

PRD, partido basura

La ambición de Los Chuchos, pobres políticos (que no, de ninguna manera, políticos pobres) ha destruido al Partido de la Revolución Democrática. Los Chuchos, sí. Es decir, Jesús Ortega, Jesús Zambrano, Carlos Navarrete, Guadalupe Acosta, Ruth Zavaleta. Pura gentuza que no merece, porque no se lo ha ganado, el respeto de nadie. Ellos (ella también, y en forma por demás destacada) se pusieron en venta y fueron comprados. Tal vez no por dinero (aunque con estos tipos nunca se sabe), pero es un hecho que han decidido apoyar a Felipe Calderón, al PRI y al PAN a cambio de ciertos favores, particularmente de fuerza mediática para apoderase del partido fundado por Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo. Ya lo tienen, es decir, dominan la burocracia perredista.
Y desde esa posición han estado, en las últimas semanas, atacando prácticamente a diario a Andrés Manuel López Obrador, al que no pueden ver porque El Peje es exactamente lo opuesto a Los Chuchos: un político decente, con principios, vertical y que no transa. Pero Los Chuchos no se han dado cuenta de que con eso están acabando con el PRD. Enloquecidos por su odio a López Obrador y por las ganas enfermizas que sienten de agradar a Calderón, no han reparado en que, con esa forma de proceder, simplemente han mandado al perredismo a la basura. Y de ahí no se sale con facilidad. De hecho, cuando los partidos se van al basurero, normalmente ya no lo abandonan nunca.

Saturday, August 16, 2008

Desfiladero

■ Seguridad pública: es urgente un cambio de política y de políticos

México vive una crisis nacional de seguridad pública y la sociedad, llena de angustia, se pregunta por qué, pero nadie le responde: la ultraderecha, la derecha y los levantacejas culpan de todo a Marcelo Ebrard (¿incluso de los muertos en Culiacán, Iguala, Torreón o Ciudad Juárez?), porque el jefe de Gobierno se niega a reconocer como presidente a Felipe Calderón; los intelectuales, por su parte, prefieren guardar silencio (hay que ver de qué hablan sus revistas exquisitas); los empresarios se niegan a llamar a las cosas por su nombre (la devolución multimillonaria de impuestos que reciben, los fabulosos negocios petroleros que tienen en puerta, los alientan a soportar el castigo), mientras la izquierda especula, cautelosa, pero no acierta a alzar la voz.

¿Qué está pasando en México? Desfiladero arriesga dos hipótesis. Una: Calderón está administrando el terror en altas dosis para encubrir la privatización de la industria petrolera, que espera consumar en septiembre, mes de la patria, antes de proclamar la intervención político-militar de Estados Unidos a través de la Iniciativa Mérida, que hará más títere y más débil aún a su espurio gobierno.

Si esta percepción es incorrecta (a estas alturas ya nadie cree a Calderón capaz de nada, mucho menos de una sofisticación tan perversa), cabe entonces otra lectura: el Estado ha desaparecido en buena parte del territorio (léase, al menos en Chihuahua, Sinaloa, Durango, Michoacán, Nuevo León, Tabasco) y la gobernabilidad ha sido remplazada por la barbarie del caos. Por lo tanto, no cabe esperar sino que todo empeore, hasta que Estados Unidos retome el control (o lo intente), luego del traspaso de Petróleos Mexicanos (Pemex) a particulares.

Si el principal derivado del petróleo es la guerra, como bien decía el gran Fontanarrosa, y si la guerra significa muerte, devastación, odio, sicosis, miseria y ruina total, entonces los privatizadores de Pemex (los de adentro y los de afuera) nos han traído esta supuesta lucha “contra” el narcotráfico, que en realidad es una guerra contra la sociedad civil, contra sus formas de convivencia, contra sus elementales normas de deliberación democrática y sus aspiraciones de cambio profundo y verdadero.

Tenemos que decir ya basta, pero no como la oligarquía histérica que hoy pide más retenes militares, más policías y más penas de cárcel, en pocas palabras más de lo mismo, más de lo que no ha servido absolutamente para nada, cuando al contrario, es el momento de exigir un cambio radical de política y de políticos.

Ante una crisis como la que estamos viviendo, un gobernante sensible destituiría de inmediato al secretario de Gobernación, al secretario de Seguridad Pública, al procurador general de la República y a los responsables de certificar la licitud de los recursos financieros en Hacienda. Eso es lo mínimo que en estos momentos esperaría el pueblo, en lugar de la ociosa “cumbre” del jueves entrante, en la que Calderón propondrá medidas más “enérgicas”, para ganar tiempo hacia la privatización de Pemex y la intervención estadunidense.

Un cambio radical de política en materia de seguridad pública exige atacar la base financiera del crimen organizado, como se han cansado de repetir los expertos de Naciones Unidas, y como incluso lo señaló el domingo pasado en Villahermosa, desde el interior del panismo, Santiago Creel: “el dinero del narco no anda viajando en maletas por todo el país, está depositado en los bancos”. Al día siguiente de esa declaración, el Departamento de Estado afirmó en Washington que de 2003 a la fecha los cárteles han repatriado de Estados Unidos a México 22 mil millones de dólares.

Y al día siguiente de esa revelación surgió otra: la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda “no presentó, en el primer semestre de 2008, un solo reporte de lavado de dinero”, luego de haber detectado, en 2007, mil 478 operaciones de ese tipo. ¿Qué dijo al respecto Calderón? Nada. ¿Y Mouriño? Nada. ¿Y la SSP y la PGR? Nada. ¿Y los levantacejas? ¿Y los empresarios? ¿Y la izquierda?

En lo que va del año en Tabasco se han conocido poco menos de 60 secuestros (los desconocidos son muchos más). ¿Cuántas veces ha ido Juan Camilo Mouriño a supervisar las tareas de seguridad pública en aquella entidad? Las revistas de sociales se limitan a retratarlo en bodas, banquetes y bares de Polanco, donde suele rematar sus “agotadoras” jornadas de trabajo cantando hasta el amanecer. Si hubiera ido a Tabasco sabría que en Jonuta, por ejemplo, hay 120 policías municipales y un arsenal de siete rifles de alto poder (que datan de 1994), para cada uno de los cuales hay 40 balas que no se han utilizado en todo el sexenio por órdenes de arriba. Mouriño no es sólo el emblema de la impunidad sino de la desidia que beneficia a quienes apuestan a que todo se pudra para fortalecerse con el apoyo estadunidense.

Pero la desaparición del gobierno, en todo sentido, va más lejos. Ayer, en Monterrey, el kilo de tortilla subió de 8 pesos a 9.50. Sin embargo, lo que aterra a quienes tienen restaurantes en aquella región es el aumento del gas natural, debido a las nuevas tarifas que en Nuevo León y Coahuila se aplican desde el primero de agosto. Un taquero que hasta julio pagaba 4 mil pesos mensuales por ese combustible, calcula que ahora le cobrarán 9 mil.

Hoy por hoy, 4 millones de regios usan gas natural porque éste era mucho más barato que el gas butano, que se consume en el resto del país, hasta que hace algunas semanas, de repente, la empresa española Gas Natural, filial de Repsol, que lo distribuye, decidió equiparar sus tarifas con las de Texas, lo que provocó un incremento que tal vez obligará a cerrar incontables negocios. Ante tal peligro, los neoleoneses confiaban en que su gobernador, Natividad González Parás, además de reprimir con crueldad a los que se oponen a la destrucción del Cerro de la Silla, los defendería como les prometió. Para su desconsuelo, el funcionario prefirió viajar a Los Angeles a retratarse, disfrazado de Terminator como otros políticos, junto a Arnold Schwarzenegger.

La semana próxima será la consulta ciudadana en los estados del norte. ¿En Saltillo saldrán a votar las víctimas de Aguas de Barcelona, empresa también española que los mata de sed? ¿Y qué harán los usuarios de Gas Natural en el resto de Nuevo León y Coahuila? El martes que viene, por lo pronto, Andrés Manuel López Obrador conocerá la propuesta de los expertos para la transformación de Pemex, que será difundida el lunes 25, seis días antes de la reunión en todas las plazas públicas de México para decidir el siguiente paso en la lucha.

Jaime Avilés
jamastu.com.mx@gmail.com

Thursday, July 24, 2008

La derecha y sus fobias

Luis Linares Zapata


Conforme se acerca la fecha de la consulta pública arrecian los ataques, descalificaciones y fobias abiertas hacia tal ejercicio ciudadano por prejuzgarlo partidario, innecesario, tramposo y con la vista puesta en venideras elecciones (2009 y 2012). El sistema decisorio del oficialismo saca a relucir todo su arsenal en defensa de sus posiciones, que siente en riesgo. Se hace acompañar de un abigarrado coro de sostén en los medios de comunicación, críticos independientes que alzan sus voces, ya agrandadas de antemano por sendas bocinas electrónicas de apoyo. Los partidos coaligados, el PRI y el PAN, fueron los primeros en disentir de un llamado a consultar con la ciudadanía sobre algo tan crucial como una reforma a la industria petrolera. El gobierno intervino también con sus instrumentos persuasivos para dar densidad al operativo de rechazo. Sintieron, con realismo, que sus intereses corrían inminente peligro de ser derrotados (sus encuestas así lo apuntan con claridad) en una área descubierta. Y, en efecto, tienen mucha razón de escabullir el bulto a la luz de lo que se ha expuesto en los distintos foros de análisis y discusión desarrollados por todo el país.

Las reformas del señor Calderón no eran cualquier intento de modificaciones insustanciales. Eran, y todavía les colea algo de su empuje inicial, una real contrarreforma petrolera. Eran, porque, al final de los debates en el Senado, sus arrestos quedaron heridos de muerte por el cúmulo y la hondura de los argumentos esgrimidos por los opositores.

Un renovado nacionalismo prevaleció desde un inicio sobre los afanes privatizadores y entreguistas de la confluencia prianista. Sin la valentía de acudir al Congreso para proponer cambios sustantivos a la misma Constitución, la ruta alterna usada por Calderón resultó engañosa, débil, enredada por sus intentos entreguistas. Sin embargo, los masivos intereses afectados por la derrota de sus pretensiones se bifurcan ahora en sendas tácticas de defensa y continuidad. Una, la más sólida, al menos de inicio, apunta hacia la introducción de ajustes a las iniciativas por la facción dominante en la cúpula priísta.

Este grupo trata de anticiparse, en un despliegue de oportunismo que matiza de habilidad, a los efectos de la consulta entre los futuros votantes y apropiarse de la capacidad reformadora que los panistas dejaron ensartada por incapacidad y falta de legitimidad. Por ello han salido a la palestra para anunciar las que catalogan de modificaciones legislativas a las vapuleadas reformas de Calderón.

La otra táctica se afana en reforzar, multiplicándolas en los medios afines, las voces que quieren desarmar la consulta en los medios de comunicación.

Para dar una opinión ajustada a la primera de esas tácticas habría que esperar sólo unos días más para analizar sus contenidos. Respecto al segundo operativo, ya en intenso curso difusivo, habría que intentar un crítico resumen para airear sus postulados o razones. Se podría empezar por las vías más baratas o penosas, que parten de sentenciar las mismas discusiones en el Senado al descrédito porque no han aportado algo que no supiera ya el articulista que presume de sabiduría. A eso habría que contraponerle lo que, a todas luces, fue un debate informado y profundo. Los datos duros traídos a colación, y que no eran del conocimiento ni de los más enterados, tal como muchos de ellos han reconocido, fueron una constante. Nadie, que se sepa, domina todos y cada uno de los recovecos de tan compleja industria y, por eso mismo, con una dosis de humildad, aunque sea mínima, se ha podido aprender algo de sustancia.

La soberbia de otros oponentes directos a la consulta llega, de forma repetida, al extremo de la estulticia. El más socorrido de estos argumentos es uno que cojea desde su inicio por la descalificación a la sabiduría popular, piedra angular de la democracia.

Sostiene tal postura que la petrolera es una industria sumamente compleja y que, por tanto, la simpleza de una consulta, con sus sí y no, es un instrumento inadecuado para extraer de ella algo que aporte a la disputa. A esos alegatos habría que recordarles los motivos que una consulta pretende o no dilucidar.

No intenta pedirle a los ciudadanos que manifiesten su parecer sobre todos y cada uno de los aspectos complejos de ésta o de cualquiera otra cuestión. Lo que busca una consulta es solicitar su opinión sobre los ingredientes básicos o definitorios de la reforma. En este preciso caso dos cuestiones de fondo: el hálito privatizador y la aceptación general de tal reforma. Eso sí lo puede entender y procesar la ciudadanía, por menos informada que pudiera estar de los pormenores financieros, tecnológicos, geopolíticos u operativos de los temas petroleros.

Las consultas en la Unión Europea sobre la nueva constitución a los distintos pueblos que la integran no podían suponer el dominio individual de un asunto tan complejo. Había, por consiguiente, que comprimirla a la simple aceptación de su vigencia total. Y así, con esos supuestos en mente, se llevó a cabo el proceso. Alegar defectos en las preguntas ha sido un repiqueteo continuo en diarios y programas radiotelevisivos que no pasan de una semántica propia de los críticos. En verdad, las preguntas debían haber hecho referencia al sustrato entreguista de las reformas. Por un prurito de neutralidad, seguramente los encargados del diseño evitaron tan comprometedora referencia. Otros, fijos en el sospechosismo, le adjuntan personalizaciones sobre las ocultas intenciones de AMLO sin atender a la mínima posibilidad de un real, fundado interés por defender lo propio recurriendo al apoyo popular.

La industria petrolera es el instrumento por excelencia para el desarrollo independiente de México. De abrir la puerta a las trasnacionales y dejar otras partes de la industria en poder del capital monopólico interno, el futuro nacional carecerá del pivote de impulso para su desarrollo. Y ésta es, precisamente, la materia decisiva que la consulta puede ayudar a clarificar.

CONVOCATORIA PRIMER ENCUENTRO AMERICANO CONTRA LA IMPUNIDAD


Porque no se puede silenciar la historia. Porque la memoria del horror está presente. Porque las grandes mayorías no saben que todo es posible. Porque debemos reintegrar a la memoria colectiva lo que, de olvidarse, retornaría. Porque debemos oponernos a la inercia del consenso, del borrón y cuenta nueva y el no te metas del discurso dominante que quisiera un pasado sepultado para siempre, víctimas y protagonistas de ayer y de hoy, familiares, luchadores sociales, juristas, intelectuales y colectivos humanitarios de distintas regiones de Nuestra América, queremos reunirnos para establecer un diálogo intergeneracional que, a la vez de denunciar, informar y analizar la realidad actual, sirva para crear nuevas herramientas de prevención y protección ante el ascenso de la violencia y la impunidad de los que mandan.

Los convocantes observamos que algunos hechos del pasado reciente reaparecen en muchas latitudes de Nuestra América, y hoy como ayer asoma el gesto inaugural del poder totalitario que define al enemigo, el judío, el subversivo, el pobre, el extranjero, el migrante como sinónimo de terrorista, con la intención de imponer una verdad única en la lógica del orden instituido y como estrategia de poder y prácticas rutinarias, con sus fachadas y sus limbos jurídicos que "legalizan" la impunidad a través de las fronteras nacionales, con sus cárceles clandestinas y el recurso de la tortura sistemática (incluida la sexual), las desapariciones sumarias y el horror que todo ello produce.

Pensamos que el silencio es aliado o cómplice del terror. Que la palabra engendra esclarecimiento. La resistencia a saber, individual y colectivamente, y el asco y el miedo que despiertan la cárcel, la tortura, las desapariciones, nos invitan a huir de esos temas. Por eso, a partir del testimonio de las víctimas, del esclarecimiento de la verdad y la recuperación de la memoria histórica, queremos comprender qué ocurrió y cómo ocurrió, porque documentarlo, sistematizarlo y compartirlo, nos permitirá saber qué está ocurriendo hoy, cuando la potencia hegemónica, con la complicidad de algunos estados nacionales, lleva a cabo de facto una reconfiguración del mapa geopolítico de nuestro hemisferio al servicios de las compañías multinacionales, con sus mega proyectos, como renovada forma de apropiación territorial y saqueo de nuestros recursos naturales en clave de contrainsurgencia, con sus nuevas bases militares, el regreso de su IV Flota, sus mercenarios encubiertos de contratistas privados y sus paramilitares, sus fumigaciones , sus Sucumbíos, , sus golpes de mano y el terrorismo mediático.

Pensamos, que conocer el origen y la naturaleza del dolor, los mecanismos del terrorismo de Estado y del discurso del poder que justifica la barbarie, implica quizás desarmar su lógica de manera preventiva, su vigencia hoy y su eficacia. Frente a la situación del terror renovado, lo que el sistema propone es huirle por asco y miedo. No hacerlo, exige vigilancia, requiere una alerta constante. El silencio y el olvido, la indiferencia y la impunidad favorecen la persistencia y reproducción de la violencia y el terrorismo de Estado. No es ningún ánimo vengativo, sino preventivo, el que anima a los que no podemos ni queremos olvidar.

Es en función de todo ello que, recogiendo el clamor justiciero de los pueblos de nuestro hemisferio, convocamos al Primer Encuentro Americano contra la Impunidad, que tendrá lugar en México los días 20, 21, 22 y 23 de noviembre próximos.

Ciudad de México, 19 de julio de 2008


encuentro@contralaimpunidad.org

www.contralaimpunidad.org



COMITÉ HONORARIO


HORTENSIA BUSSI DE ALLENDE, Chile

DANIELLE MITERRAND, Francia

FABIOLA LETELIER, Chile

MARIO BENEDETTI, Uruguay

JUAN GELMAN, Argentina

DANIEL VIGLIETTI, Uruguay

JOSÉ SARAMAGO, Portugal

MARCOS ANA, España

PABLO GONZALEZ CASANOVA, México

ROSARIO IBARRA DE PIEDRA, México

JOAN GARCES, España

NOAM CHOMSKY, Estados Unidos

SAMUEL RUIZ GARCIA, México

JOAO PEDRO STÉDILE (MST), Brasil

MARTIN ALMADA, Paraguay


--
Atentamente

Movimiento Cívico del PRD

¡Lograr la liberación de México y una Patria Nueva, o morir por ella!

http://www.civicos.org

Maniobra priísta para desvirtuar la consulta y salvar a Calderón

El Desfiladero

Jaime Avilés


La hora de la movilización popular se acerca de nuevo, en un escenario cada vez más complejo, porque la derecha del PRD está pactando la privatización de Pemex con la mafia salinista de Manlio Fabio Beltrones y el gobierno espurio de Los Pinos. Sólo así se explican las declaraciones que Felipe Calderón hizo anteayer en Guanajuato, nada menos, donde habló en pro de una reforma que recoja “todos los puntos de vista”, y del anuncio que ayer hizo Beatriz Paredes: según esto, la semana entrante gobernadores, senadores y diputados del Revolucionario Institucional darán a conocer su propia iniciativa.

No hace falta ser muy perspicaz para comprender que su intención es adelantarse a la consulta del próximo domingo 27 de julio, para que las dos preguntas que serán sometidas a la consideración de los ciudadanos en la capital y una tercera parte del territorio del país, en realidad ya no tengan sentido. Y la carga política de un ejercicio democrático que pretende ser ejemplar y marcar un hito en la historia, pierda toda relevancia.

Ante esto, las fuerzas del Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo deberían declararse en estado de alerta, sobre todo porque una fracción de los legisladores que llegaron al Congreso con los votos que les dieron los simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador está vendiendo su alma a don Beltrone con tal de incorporarse al grupo de los nuevos dueños de Pemex.

Meses atrás, cuando Porfirio Muñoz Ledo quedó como coordinador del Frente Amplio Progresista en lugar de Jesús Ortega, éste debió entregarle las oficinas del FAP que se localizan en el edificio del PRD en Monterrey 50, así como el password del portal electrónico de esa coalición de tres partidos. Pues bien, hasta la fecha esas oficinas permanecen vacías y la página en Internet bloqueada, porque los que traicionaron a sus propios electores y a la causa que prometieron defender, se han convertido en los peores adversarios del movimiento.

Esto es sólo un ejemplo del maridaje que existe entre Nueva Izquierda, encabezados por Guadalupe Acosta Naranjo, que desde el interior del partido fundado por Cuauhtémoc Cárdenas han hecho hasta lo imposible para estrangular económicamente al gobierno legítimo de López Obrador. Si han sido capaces de ello, qué no harán cuando simplemente les pidan levantar el dedo en favor de que la principal fuente de riqueza de México quede en manos de unos cuantos, incluidos, por supuesto, ellos mismos.

Ahora bien, si la descomposición del PRD augura el nacimiento de una nueva fuerza política de izquierda, básicamente ciudadana, en un futuro más bien próximo, el caos que se aprecia en las filas del llamado gobierno federal sugiere que Calderón no podrá sostener mucho tiempo más a Juan Camilo Mouriño como coordinador de las secretarías de Defensa y Marina, la Procuraduría General de la República, la Policía Federal Preventiva y el Cisen, en la lucha contra el narcotráfico, ni como titular de Gobernación.

En fechas recientes, Mouriño estuvo dos veces en la capital de Sinaloa para “supervisar” el operativo Culiacán-Navolato. Después, los crímenes de los sicarios a plena luz del día se intensificaron, pero los abusos de los agentes federales también. El pasado 3 de julio, un comando de la PFP llegó a la colonia Residencial Campestre, en Culiacán, y lesionó a seis personas a balazos, entró a las casas sin órdenes de cateo, provocó destrozos y daños y se robó televisores, joyas y otros objetos de valor, de acuerdo con el excelente reporte de la revista Ríodoce y los monos del caricaturista Avecé.

Hace tres días, los policías preventivos de Culiacán protestaron para denunciar que no les suben el sueldo desde 2001, y que sus superiores les roban 2 mil de los 3 mil 800 pesos mensuales que el gobierno federal les manda para compensar sus bajos salarios. También revelaron que no sólo no les dan rifles para trabajar, sino que ellos mismos tienen que comprar las balas con su propio dinero para enfrentar a los narcos, que cuentan con el armamento más moderno y sofisticado del mundo.

Si Juan Camilo Mouriño fue a Culiacán y no se enteró de cómo funciona la policía sinaloense, o si lo supo y no hizo nada para remediarlo, Calderón está obligado a removerlo, porque su incompetencia pone ya en altísimo riesgo la seguridad del país. Pero mientras la protesta de los policías de Culiacán se extiende a Mazatlán, Elota, Ahome, Guasave, Escuinapa, Salvador Alvarado y San Ignacio, y también, y por las mismas razones, a Ciudad Juárez, Chihuahua, el Instituto Federal de Acceso a la Información descubre que la familia Mouriño tiene 108 nuevos contratos con Pemex: “37 de franquicia, 37 de suministro y 34 de crédito”. Y nadie dice nada: el PAN porque está de acuerdo, el PRI porque es cómplice y el PRD porque está negociando la privatización de Pemex.

En medio de tal desbarajuste, sin partidos políticos que lo representen ni instituciones republicanas que lo protejan del salvajismo y la corrupción de sus gobernantes, el pueblo de México parece estar más solo que nunca. Por fortuna, la consulta del próximo domingo 27 de julio en el DF y otros estados (que proseguirá en el resto del país el 10 y el 24 de agosto) le permitirá manifestar su profundo rechazo a la devastación emprendida por el régimen de facto, así como su decisión de defender pacíficamente el patrimonio de todos, incluso en las carreteras y en las calles, si no le dejan otra alternativa que la huelga general en el más extremo de los casos.

Sin embargo, debido a sus propias limitaciones, la consulta exigirá de todos los que la apoyan un sacrificio en términos de tiempo y esfuerzo, porque el número de mesas de votación será reducido y habrá que hacer colas durante largas horas. Eso más vale irlo sabiendo para prepararse desde ahora, llevar tortas, pelotas, música y fingir un pic-nic en donde nos toque depositar nuestra opinión. No olvidemos que una consulta marcó el principio del fin de la dictadura de Pinochet.

En la ciudad de México, los grupos teatrales que han montado El Loro Negro tratarán de dar el mayor número de funciones a fin de hacer menos aburrida la espera. Por lo pronto, el texto del panfleto ya es radionovela y está disponible en www.laverdadseadicha.org/, un blog donde entre hoy y mañana también se podrán consultar las ligas de la versión en video que estamos a punto de subir a Youtube.com, portal donde igualmente puede apreciarse el trabajo promocional de los artistas del grupo Farándula –entre otros, Ana de la Reguera, Óscar Chávez, Dolores Heredia, Jorge Zárate y muchos más–, en favor de la consulta y contra las iniciativas de Calderón.

Para comunicarse con esta columna jamastu@gmail.com

Wednesday, July 23, 2008

Una ayudadita mas para aclarar el negro panorama...

¿Qué sí, qué no? ¿Ustedes, qué opinan? A TODOS NOS DEBE OCUPAR






besitos
















Saludos
Best Regards

Wednesday, July 16, 2008

Respuesta a Carlos Salinas de Gortari

Y que conste que nosotros no somos economistas graduados en los mejores colegios, con posgrados en el extranjero, ni tenemos idea del capitalismo voraz y rapaz que nos han impuesto nuestros ultimos gobernantes, bueno, a veces, hasta nos dicen ignorantes ilusos que creen en la virgen maria y en los rayitos de esperanza, quesque porque no entendemos lo que significa y el gran "sacrificio" que nuestros politicos hacen por gobernanr este país, sin embargo, lo que se ve no se juzga. Chequen la parte final del articulo...


En reconocimiento a que haya superado su “ni los veo ni los oigo” de aquel primero de noviembre de 1994, no podíamos dejar de comentar su reciente libro y sus precisiones.
Como he sostenido en este espacio, creo que efectivamente hubo más diferencias entre el sexenio 1988-1994 y el presidido por Ernesto Zedillo que entre este último y el de Vicente Fox. La continuidad en las políticas económicas están a la vista e inclusive fue definida como una “política de Estado inamovible”, cuyo origen se encuentra en las políticas de ajuste, concertadas con el Fondo Monetario Internacional en 1977, así como en los “pactos económicos” para la “austeridad” y la “estabilidad económica”, los cuales determinaron topes salariales y miles de despidos, la autonomía del Banco de México para la política monetaria y todas las privatizaciones logradas e intentadas desde 1988 hasta nuestros días.
En política social queda consignado que el inicio del paso hacia la individualización de los problemas y el auge de la filantropía, la aparición de las “fundaciones privadas” como expresión de la “sociedad civil”, sustituyendo el papel de las instituciones de bienestar del Estado, se dieron en el sexenio que comenzó en 1988. Lo que ve y defiende Carlos Salinas como “liberalismo social” contra el individualismo neoliberal, es la puerta que él abrió y que hoy se ve desastrosa. Lo que Salinas ve como “populismo” no es más que un complemento de la política neoliberal, mediante el uso del presupuesto, pero que no crea riqueza ni producción, sino únicamente atenúa los efectos de una política económica basada en el mercado.
Las medidas privatizadoras que dieron inicio en su gobierno fueron las que abrieron la puerta y fueron justificadas desde entonces como la vía para pagar “íntegramente la deuda interna” a una oligarquía a la que se le vendía barato y se le compraba caro, como fue en el caso de los bancos expropiados en 1982. Justificar con ello el pago de la deuda interna trae a la mente el caso de una costurera a la que le vendieran su máquina de coser: le dieron para sobrevivir un tiempo breve por su activo, pero la condenaron a vivir de la caridad o con una despensa.
Bajo las políticas neoliberales de desmantelamiento y privatización, como fue la reforma al artículo 27, se produjo migración, así como riqueza y pobreza extrema.
Sobre las privatizaciones y su carácter monopólico habría que recordar las tarifas telefónicas tras la privatización en comparación con el resto del mundo; el costo de las comisiones bancarias y el crédito en México y la concentración de concesiones de radio y televisión, incluyendo la venta de Imevisión a Tv Azteca, donde participó su hermano Raúl con préstamos para su compra ampliamente documentados y aceptados por ambas partes y que aún se encuentran en litigio.
Por ello sostenemos que la diferencia entre el neoliberalismo de Carlos Salinas y el de Ernesto Zedillo y sucesores, es que el primero privatizó, pero no abrió, y los otros caminan al ritmo que marca el consenso de Washington en todos sus términos políticos y económicos, lo que nos convierte, como señaló Adolfo Aguilar Zinser, en el patio trasero de Estados Unidos.
Sobre los términos en que se firmó el Tratado de Libre Comercio, que fueron contrarios a nuestra soberanía económica, y que, como el mismo Salinas reconoce al decir que no éramos un socio “al tamaño y poderío del estadunidense”, por tanto sólo “se optó (…) por un tratado comercial y no uno de integración política”, esconde los términos del debate entre 1989 y 1993, cuando se planteaba que un tratado de esa naturaleza debía integrar la libertad migratoria y el trabajo igualando salarios en los tres países. Eso no era afectar la soberanía, sino hacer un tratado justo para todas las partes. Por eso, coincidiendo con Salinas, el viejo aparato sindical de México, ante los llamados del sector laboral estadunidense para elevar los salarios, planteó (Fidel Velázquez y Francisco Hernández Juárez se lo dijeron al representante de la Unión de textileros del país vecino) que “nuestros salarios (bajos) eran un asunto de soberanía”.
Ése fue el problema y la responsabilidad del gobierno salinista al conducirnos a un acuerdo limitado y no integral como en aquel momento planteábamos desde el PRD y que hoy nos hace importadores de los granos y materias primas que antes producíamos.
En mi artículo de la semana pasada me faltó decir que si el licenciado Carlos Salinas hubiese gobernado con la filosofía y visión que plasma en su último libro: defendiendo la soberanía, modernizando al país para ser competitivos, negociando las reglas del TLC en función de los intereses nacionales y fortaleciendo las instituciones de bienestar social (que él llama liberalismo social) contra el individualismo filosófico neoliberal; si no nos hubiera perseguido como nos persiguió durante su sexenio (600 muertos), otro hubiese sido el país. Sostengo: la nación se debate entre un neoliberalismo primitivo, cerrado y proteccionista, y uno que empuja por la integración trasnacional y global. Ninguno de los dos beneficia a México.

Morelos: ¡abajo fraccionamientos, arriba pueblos!

Un ejemplo mas de lo que pasa en este México mío, tan mágico y tan abandonado él..

el mismo gobierno corrupto que se olvida porque llegó a donde está, para quien trabaja y además a quién representa...nótese además el tiro, el exalcalde panista...el nuevo es del pri y es igual...no sería bueno ir pensando en nuevas formas de gobierno o en otras opciones? ahí se los dejo

Durante la Revolución Mexicana los zapatistas enarbolaron la consigna "¡Abajo haciendas, arriba pueblos!" Hoy, los pueblos del surponiente del estado de Morelos han cambiado el lema histórico por el de "¡Abajo fraccionamientos, arriba pueblos!"
Un grave conflicto afecta a 12 pueblos del sur del estado con los modernos fraccionadores que impulsan desarrollos urbanos en los municipios de Emiliano Zapata, Zacatepec, Puente de Ixtla y Tlaltizapán. Los pobladores exigen la cancelación del permiso para edificar más de 15 mil viviendas en el área.
Los conjuntos inmobiliarios, como el de la unidad La Ciénega, en el municipio Emiliano Zapata, impulsado por la Promotora Tepetzingo, amenazan con agotar el agua de los tres manantiales (Chihuahuita, El Salto y El Zapote) que abastecen a los pueblos de la región. El acuífero que alimenta estos manantiales está siendo explotado por urbanizaciones sin control.
La Cementera Moctezuma, por ejemplo, tiene tres pozos perforados y algunas unidades habitacionales han ido cavando otros. Existe el peligro de que muy pronto estos manantiales se sequen y se deje a 70 mil campesinos y pobladores rurales sin el líquido vital.
El municipio, ubicado a unos kilómetros de Morelos, no cuenta con escuelas suficientes ni vialidades adecuadas ni infraestructura urbana para su conversión en "ciudad dormitorio". La localidad, de origen indígena, está asolada por el analfabetismo y la extrema pobreza.
Las preautorizaciones para la construcción de los nuevos fraccionamientos fueron concedidas por el anterior alcalde panista, Fernando Aguilar Palma, a pesar de que los proyectos no contaban con los permisos requeridos ni con las manifestaciones de impacto ambiental ni con el alineamiento que exige la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Los habitantes han denunciado la enorme corrupción que hubo por parte del edil en la cesión de estas autorizaciones. Han presentado demandas ante el Ministerio Público, la Profepa y la Auditoría Superior Gubernamental, pero no han tenido respuesta. El nuevo presidente municipal, el priísta Fernando Aguilar Palma, no se ha diferenciado en lo más mínimo de su antecesor.
Amenazados con quedarse sin el líquido vital, estos pueblos han realizado numerosas gestiones y protestas para impedir que la mancha urbana avance sobre su territorio. Desde 2005 han efectuado todo tipo de trámites sin éxito. La Comisión Nacional del Agua negó que hubiera pozos perforados o que hubiera problemas.
Cansados de no tener respuesta, los pueblos realizaron el 24 de julio de 2006 una manifestación en Emiliano Zapata y tomaron la alcaldía. En las negociaciones con el gobierno del estado llegaron al acuerdo de detener la construcción de casas por la gran cantidad de irregularidades de la inmobiliaria. La suspensión duró apenas tres meses. Durante ese lapso los constructores hicieron los trámites para "regularizarse" y siguieron adelante con su negocio.
En abril de 2007 los pueblos tomaron una vez más la presidencia municipal, ahora en manos del PRI. El nuevo alcalde, dicen los pobladores, no atiende las preocupaciones de la gente, omite atender, además, el problema fundamental de la región: la existencia de los manantiales y el riesgo en el que se encuentran. Nuevamente llegan al acuerdo de cancelar la obra porque los fraccionadores adeudaban pagos. Sin embargo, la suspensión sólo dura un mes.
El 29 de mayo los pueblos van al Congreso del estado y logran que el asunto se discuta en sesión. Los legisladores nombran una comisión para atender el problema, que visita al día siguiente las comunidades y les da razón. Sin embargo, las obras siguen.
Dos días más tarde, los pueblos se reúnen en asamblea y acuerdan la toma de la carretera para el 4 de junio. Pero las comunidades circunvecinas a Xoxocotla se adelantan y cierran la carretera desde el sábado 2.
Como el conflicto sigue y los medios de comunicación lo ignoran hacen una nueva protesta en la Autopista del Sol. El lunes 4, entre 3 mil y 4 mil personas marchan por el asfalto. La policía las recibe en la caseta de Alpuyeca dándole un culatazo en la cabeza a una mujer de 78 años de edad. Ya en el piso la gasean. Los manifestantes responden y forcejean con la policía. La fuerza pública les dispara con armas de fuego, además de lanzar gases lacrimógenos y balas de goma. Los campesinos y trabajadores se defienden con piedras. Los gendarmes retroceden. Pero la gente está indignada y quema la caseta de cobro y dos patrullas, aunque no los persiguen. Detrás de ellos había muchos más policías esperándolos para una represión en gran escala. Los manifestantes se repliegan y toman otras carreteras de menor importancia que forman el área de los pueblos afectados. Montan guardias permanentes. Se hacen del control de su territorio.
En venganza, la policía aprehende a 18 vecinos del lugar, que no participan en el movimiento. Entra a sus casas sin órdenes de cateo ni de aprehensión y los toma presos. Permanecen detenidas 12, prácticamente como rehenes. La Comisión Estatal de Derechos Humanos presentó una queja.
Otros municipios vecinos, que no están directamente afectados, apoyan la lucha. Es la red de pueblos que ha estado peleando en contra del basurero de Alpuyeca. El año pasado tomaron en dos ocasiones la vieja carretera México-Cuernavaca y otras aledañas generando la crisis de la basura.
Con las carreteras cerradas, sin disposición del gobierno a negociar el problema, con el gobernador decidido a criminalizar la protesta social y con pueblos tan enojados, el conflicto puede terminar mal, muy mal. Todo por defender los negocios de unos cuantos en contra de los bienes de los muchos.
Luis Hernández Navarro

Una muestra de la vida nacional

El 4 de junio del presente año, Carolina Aranda Cruz, de 11 años, estudiante de quinto de primaria, fue invitada a dar un discurso en el World Trade Center ante cientos de pediatras y del secretario de Salud. Su discurso terminó con una frase devastadora: "Pobre México nuestro, tan cerca del futbol y tan lejos de la ciencia".
Algunos extractos de su discurso son apabullantes; Carolina dice: "¿Por qué apoyar más a los futbolistas que a los científicos? ¿Son mejores personas? ¿Producen mayor riqueza? ¿Nos divierten más? No creo, gracias a los científicos también nos divertimos, ellos inventaron las computadoras, los ipods, los simuladores. Además, salvo algunos casos, los jugadores de futbol nos hacen ver muy mal mundialmente y nuestros científicos, que nadie apoya, no". Y en otro segmento de su discurso expone: "Me da pena que nuestro gobierno y nuestros empresarios inviertan tanto en futbol y seamos tan malos. Me da pena que inviertan tan poco en ciencia y seamos tan buenos. Tenemos la mejor universidad de Hispanoamérica, según la revista Time, y cada vez le damos menos recursos a la UNAM. ¿Por qué no apoyar a lo que ya dé resultados? Un país que no invierte en ciencia y educación siempre será un país pobre. ¿Queremos un México pobre?"
¡Qué les parece! Carolina le dio al clavo, y por demás, pues tiene razón. Ya lo vimos, por poco perdemos en futbol con Cuba, país donde ese deporte casi no se juega, y perdimos con Honduras. Pero ejemplos de ésos abundan en la historia del futbol mexicano.
Por otro lado, cabe mencionar otra vergüenza. El discurso de Carolina sólo tuvo eco en un medio de comunicación escrito y en uno televisivo. La pobreza noticiosa de los medios de comunicación también se evidenció. Y las cosas no cambian. Hace más o menos seis años, tres jóvenes mexicanos ganaron medallas de plata y bronce en una olimpiada científica en Dinamarca, donde compitieron 52 países. Ningún medio de comunicación vio importancia alguna en mencionarlo en algún segmento. Estaban muy ocupados con señalar las medallas de Ana Guevara, de quien también estamos muy orgullosos. Pero tanta diferencia, ¿se vale? Yo pienso que no.
La semana que acaba de pasar Televisa llevó a cabo su foro anual llamado Espacio. Creo que cerca de 5 mil universitarios asisten para escuchar a diversos personajes de la vida académica y política. Entre los invitados estuvo el actual director del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Juan Carlos Romero Hicks. La ocasión hubiera sido perfecta para hablar sobre los proyectos que tendría el Conacyt para impulsar las oportunidades en la ciencia para los jóvenes, o de las estrategias para desarrollar la tecnología que requiere el país en los próximos años y que podría abrir abanicos de oportunidad para la juventud. Pero no, habló sobre la moral. Yo no tengo nada en contra de la moral, pero hubiera sido moralmente más correcto para el director del Conacyt explicar, presentar o desarrollar temas sobre los cuales cientos de jóvenes en el país están preocupados y que se relacionarían con su futuro como mexicanos con oportunidades.
También la semana pasada ocurrió algo que me llamó la atención, por no decir que me sorprendió sobremanera. Y esto fue la noticia destacada, también en pocos medios, de que el subcomediante Marcos estaba criticando las acciones del jefe de Gobierno del Distrito Federal en contra del crimen organizado, llamando despojo a las expropiaciones. O sea, si bien entendí las notas, procurar romper las redes de corrupción de delincuentes es despojo. Quedo con un poco de desorientación. Sería bueno preguntarle a Marcos si lo que ocurre con el Auditorio Che Guevara de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM se le denomina "despojo" o "expropiación".
En fin, estimados lectores, como pueden ver, en nuestro país tenemos mucho que deplorar, mucho de qué sonrojarnos y mucho que dejar de arropar.
René Drucker Colín

¿Borrón?

Me uno al beneplácito que el trabajo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) hizo en relación con la llamada ley Televisa. Aunque es falsa la franqueza de Televisa al expresar que no tiene reproches que hacer a la SCJN por sus sentencias y que acatará lo que ha decidido (no más eso faltaba), celebro que lo haya puesto en blanco y negro, públicamente.
Pero Televisa ha expresado también su "preocupación" porque las decisiones de la SCJN puedan ser un obstáculo al desarrollo y la convergencia tecnológicas. Es de esperar que no sea puro petate y que la empresa explique públicamente, con minuciosidad, esa su "preocupación", a efecto de que la sociedad mexicana y el Congreso puedan tener en cuenta su alegato -si está correctamente fundamentado desde el punto de vista técnico-, si es que va a corregir el bodrio.
La ley Televisa era un atraco al país, una bofetada y un bloqueo definitivo a las radiodifusoras comunitarias, una inaceptable atribución de facultades discrecionales a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, una ley promonopólica que permitía a las dos grandes televisoras "incrementar su poder económico al acceder a servicios adicionales en telecomunicaciones sin licitación y sin el pago obligado al Estado por el uso del espectro radioeléctrico, además de obtener concesiones por 20 años, con la posibilidad de refrendarlas de manera automática", como decían en su reporte Andrea Becerril y Jesús Aranda (La Jornada 06/6/07). Una ley que a las claras vulneraba preceptos constitucionales referidos a los principios de libertad de expresión, igualdad, rectoría económica del Estado sobre un bien público, utilización social de los medios de comunicación y la prohibición de monopolios. Una ley que disponía que la subasta pública fuera el mecanismo para el otorgamiento de concesiones, con lo cual el mejor postor cargaría con ellas, o sea, Televisa y compañía. Una ley lacra a más no poder.
En un país repleto de injusticias se quería agregar una montaña adicional de las mismas. "La renuncia del Estado al espacio radioeléctrico necesario para concretar los derechos fundamentales de expresión, información y prensa, a través de un acuerdo secretarial y su elevación a rango legal en el artículo 28 impugnado, es inconcebible en una democracia'', resumió el ministro Góngora Pimentel. Un robo en despoblado, un pico récord de gandallez.
Pero la ley Televisa no la pasó a trasmano el Espíritu Santo, ni fue obra de generación espontánea. Fue iniciativa, casi podría jurarse, de Azcárraga y Salinas (el Electro), cuyos poderosos recursos lograron hacer que la leyecita se convirtiera en una cadena única de intereses formada por los del duopolio, el Ejecutivo, y los diputados y senadores de los tres partidos. Alguien, algún día, debiera poder presentar a la sociedad los nombres y apellidos que formaron la cadena de punta a punta. ¿O, como siempre, no hay fuerza, instancia, autoridad, capaces de evitar un nuevo pero inmenso mexicanísimo borrón y cuenta nueva?
Podría jurarse que esto último es precisamente lo que ocurrirá. ¿A cambio de qué cada diputado y cada senador de los tres partidos de la 59 Legislatura, que aprobaron ese endriago legislativo, lo hicieron? Como siempre, nunca lo sabremos. Intereses fundamentales de todos los ciudadanos se habían ido a la basura, y ahí los había arrojado el puño de gandallas que tomados de la mano formaron esa despreciable cadena de arbitrariedad y despotismo.
Impresiona hasta el grado de grave alarma que el poder de las televisoras haya logrado en la oscuridad hacer que agacharan la cerviz esos diputados y senadores de los ¡tres partidos! Su majestad, el capital del duopolio, como máximo poder de la República. ¿Qué es lo que va a hacer el Congreso actual, ya no digamos con la ley en cuestión, sino con el poder mediático, que hoy ocupa el trono del país?
Corresponde al Congreso una reforma del Estado que impida que la llamada clase política sea absolutamente independiente de la ciudadanía. Esa desvinculación total explica que diputados y senadores, más allá de los idearios de los que cada fracción parlamentaria presuma, hacen lo que les viene en gana, es decir, lo que conviene a sus intereses particulares políticos y económicos.
Diputados y senadores hacen todo lo que pueden para ganar más y más desprestigio, pero eso no entra en sus cuentas ni en sus consideraciones más primarias, precisamente porque los ciudadanos estamos totalmente desarmados frente a sus arbitrariedades.
Que Televisa y Tv Azteca quieran apropiarse el país, ¡hombre!, quién puede asombrarse de ello; está en la índole íntima del duopolio comerse el pastel completo y dejar en el hambre al resto del país. Pero que los representantes de la sociedad en el Poder Legislativo se comporten de la misma manera, resulta inadmisible, intolerable.
Sólo podremos evitar ser víctimas de ese nudo contranatura de intereses cuando los ciudadanos tengan el poder sobre los partidos políticos.
José Blanco

Monday, July 14, 2008

Legado del Che

Claudio Katz - La Haine

El Che destacaba la imposibilidad de forjar una conciencia socialista eludiendo compromisos activos hacia el prójimo y repudiaba el cinismo que observaba entre los jerarcas del “socialismo real”. La conmemoración del 80 aniversario del nacimiento de Guevara ha dado lugar en Argentina a numerosos actos y seminarios, que serán coronados con la inauguración de un monumento en Rosario. Estas iniciativas aparecen pocos meses después de concluidas las actividades que recordaron su asesinato. ¿Cuál es el secreto de tanto respeto y reivindicación?
BIOGRAFIA POLÍTICA
Para comprender el interés que suscita el Che hay que evaluar su vida con seriedad desechando la frivolidad. Guevara fue un líder socialista y no un aventurero de telenovelas. Su transformación en personaje justiciero diluye el sentido revulsivo que tuvo su existencia.El Che fue un guerrillero heroico odiado por la gran prensa que lo maltrataba con más furia que a Bin Laden. La cobertura que actualmente recibe su memoria era inconcebible en su época y apunta a borrar su combate contra la opresión. Esta deformación incluye la paradójica absorción mercantil de un militante que rechazaba frontalmente el culto al dinero, la glorificación de la propiedad y la apología del empresariado. Los jóvenes que adquieren mercancías con la figura de Guevara frecuentemente pierden de vista, que las empresas venden al Che con las mismas técnicas que publicitan un perfume de Antonio Banderas.Frente a esta distorsión es necesario politizar el estudio de Guevara, comparándolo con teóricos socialistas (Lenin, Trotsky), marxistas latinoamericanos (Mella, Martí) y dirigentes revolucionarios (Fidel). Hay que subrayar esta ubicación en la izquierda frente a quiénes lo veneran como a un “Cristo laico”.La biografía política del Che estuvo jalonada por el recorrido que inició con su viaje por América Latina en los años 50. Esta experiencia transformó al espíritu noble en un luchador social. El médico solidario adoptó la acción política para enfrentar la pobreza y la explotación cuándo comprendió las limitaciones del auxilio a los humildes.Su definición militante se produjo en Guatemala bajo el impacto del golpe militar que derrocó al presidente Arbenz (un antecesor de Salvador Allende). Con este episodio superó toda ingenuidad frente a la CIA y el Pentágono. Entendió que la resistencia contra imperialismo requiere gestar una resistencia organizada y preparada con antelación.Guevara se convirtió en revolucionario pleno durante su encuentro con Fidel. Le atrajo la consecuencia y decisión del proyecto democrático-radical de tumbar al dictador Batista y en esta batalla reafirmó su convicción de avanzar hacia la captura del poder. Ninguna ilusión era más ajena al espíritu del Che que la actual convocatoria a “cambiar el mundo sin tomar el poder”.El líder argentino-cubano fue protagonista de la radicalización socialista que conmocionó a la isla en los años 60. Participó activamente en la sucesión de contragolpes frente a la derecha que condujeron a la expropiación del capital. Maduró junto al aluvión colectivo de la revolución cubana y en esa conmoción transformó sus lecturas marxistas en elaboradas convicciones.
ACTUALIDAD DE UN PLANTEO
El Che reaparece porque América Latina se ha convertido en un gran foco de resistencia popular. El auge neoliberal, el colapso de la URSS y la preeminencia de gobiernos menemistas durante la década pasada, determinaban un cuadro poco propicio para su reivindicación. La trayectoria de Guevara ha sido actualizada por los levantamientos en Bolivia, las sublevaciones en Ecuador, las movilizaciones en Venezuela y el alzamiento de Argentina.Ciertamente el mapa de la lucha social en Latinoamérica es muy desigual. Pero se han verificado acciones masivas y convergentes en la demanda de anular las privatizaciones, nacionalizar los recursos naturales y democratizar la vida política. Y aunque el neoliberalismo arremetió con fuerza, no logró sepultar las tradiciones combativas y la herencia del nacionalismo antiimperialista, en un contexto de conquistas democráticas superiores al pasado(1).El legado del Che puede resumirse en un mensaje: valorar las rebeliones recientes y desenvolverlas en una dinámica de radicalización socialista. Esta conclusión se inspira, a su vez, en dos lecciones: los procesos que no avanzan involucionan y la derecha no se queda inmóvil frente a un desafío a la dominación.Estas enseñanzas son muy importantes para el devenir de los gobiernos nacionalistas radicales (Chávez, Morales, Correa) que concentran las expectativas populares y enfrentan las típicas disyuntivas de las experiencias reformistas. El antecedente cubano demostró que se puede derrotar a los opresores con medidas revolucionarias tendientes a reducir la desigualdad y mejorar el nivel de vida popular. Pero otros precedentes indican que en ausencia de estas decisiones, la derecha recupera el gobierno por medios golpistas (Chile), electorales (Nicaragua) o estabilizando regímenes conservadores (México).
SIMILITUDES Y DIFERENCIAS
Frecuentemente se afirma que la “época del Che ya no es la nuestra”. Y es obvio que los últimos 40 años transformaron sustancialmente el cuadro político internacional. La expansión del neoliberalismo, la implosión del “socialismo real” y el salto registrado en la mundialización del capital constituyen tres novedades significativas.Pero la miseria y la explotación que empujaron al Che a la acción persisten bajo el mismo sistema capitalista. Basta observar la plaga de hambre que afrontan varios países periféricos o el abandono de sus hogares que padecen las familias norteamericanas endeudadas, para percibir las consecuencias de este régimen.El capitalismo recrea las crisis y los sufrimientos de las mayorías populares. Es un sistema alimentado por competidores que no pueden ser disciplinados y se basa en mecanismos de explotación, que son incompatibles con la humanización de la sociedad. El capitalismo incluso acrecienta la polarización social en América Latina, en la actual coyuntura de crecimiento y bonanza exportadora.Las principales diferencias con los años 70 se ubican -en la región- en el terreno político. La sustitución de las dictaduras por regímenes constitucionales ha modificado los tiempos y las formas de gestación de un poder popular. La preparación de esta transformación exige promover la cohesión social, el protagonismo masivo y la radicalización ideológica de los oprimidos, en procesos que transitarán por caminos diferentes al clásico sendero guerrillero. En el nuevo escenario las conquistas dentro de las trincheras institucionales pueden constituir un eslabón del avance popular, si las reformas complementan la acción revolucionaria. Por esta razón la arena electoral presenta una gravitación superior al pasado.También la intensidad de las rebeliones ha sido diferente a las revoluciones precedentes. Las nuevas sublevaciones enarbolaron demandas antiliberales, democráticas y antiimperialistas, pero no dieron lugar a organismos de poder popular, desenlaces militares o desplomes del estado burgués equiparables a la revolución cubana o nicaragüense.El nivel de conciencia popular es distinto al prevaleciente en los años 70, ya que la actual generación de luchadores no creció como sus padres en un contexto de triunfos revolucionarios. La visibilidad y confianza en un modelo socialista es inferior, no tanto por el derrumbe de la URSS como por la herencia de las dictaduras y el bloqueo que sufrió la insurgencia centroamericana.
CONTROVERSIA DE ESTRATEGIAS
El Che adoptó una postura revolucionaria al comprender que las clases dominantes se perpetúan en el poder para garantizar sus privilegios. Recordaba que los poderosos jamás renunciaron al usufructo de sus beneficios en forma voluntaria.Estas conclusiones son más perdurables que la teoría del foco como desencadenante del levantamiento popular. Alentando por el éxito de la experiencia cubana Guevara generalizó erróneamente la conveniencia de la acción guerrillera, en tanto método apto para las variadas situaciones latinoamericanas. Pero su defensa del principio de la revolución resulta valedero, especialmente frente a apologistas del capitalismo que proclamaron durante la década pasada el “fin de las utopías igualitarias”.Estos mensajes han quedado desubicados frente a la nueva oleada de resistencias sociales. La revolución como un momento clave de las rupturas con el orden vigente constituye un aspecto esencial del proyecto socialista. La renuncia a discutir esta perspectiva conduce a la auto-inmolación de la izquierda.Pero el principal aporte central del Che en este terreno fue su defensa de la revolución ininterrumpida, en oposición a la estrategia de transitar por dos etapas rígidamente diferenciadas. Rechazó anteceder la acción anticapitalista por una fase de alianzas con la burguesía nacional y proclamó la necesidad de optar por el socialismo o conformarse con una “caricatura” de la revolución.Guevara se inspiró en una gesta que demostró la posibilidad de confrontar con el imperialismo a 90 millas de Miami. Su planteo convulsionó las teorías predominantes en la izquierda, desató fuertes disputas con sectores conservadores de los Partidos Comunistas e incentivó la literatura crítica hacia la burguesía nacional que desarrollaron varios teóricos de la dependencia.Es importante recordar estas controversias en un momento de resurgimiento de tesis neo-desarrollistas, que proponen repetir el camino de las etapas mediante “alianzas que afiancen el MERCOSUR” y faciliten la “expansión del capitalismo regional autónomo”. Estas concepciones suelen idealizar al empresariado industrial en desmedro de los financistas y evitan reconocer los obstáculos que impone ese proyecto al logro de mejoras populares.Los promotores de las etapas tampoco registran los costos sociales del sostenimiento (o creación) de una clase patronal con los fondos públicos. Sus planteos conducen a adaptar las demandas sociales a las prioridades de las clases dominantes y desembocan en la frustración popular. Con esa concepción se empuja en la actualidad al congelamiento del proceso bolivariano en Venezuela o al uso capitalista de la nueva renta petrolera que podría generarse en Bolivia.
INTERNACIONALISMO Y ANTIIMPERIALISMO
Guevara defendía un proyecto de expansión internacional del socialismo muy diferente a la coexistencia perpetua con el imperialismo que propiciaban los líderes de la ex URSS. En su discurso de Argelia fue particularmente crítico con la escasa solidaridad de estos dirigentes hacia las sublevaciones del Tercer Mundo. Convocó a forjar “uno, dos, tres, muchos Vietnam” en oposición a la pasividad del Kremlin.El Che desenvolvió una concepción internacionalista alejada del simple enunciado de consignas. Transformó su experiencia juvenil en un programa razonado y asentado en la simbiosis de la teoría con la práctica. Implementó en el Congo y Bolivia lo que postuló en la Conferencia Tricontinental.Guevara propiciaba el socialismo internacional frente a la utopía de restringir de la edificación anticapitalista a un solo país o región. Pero debatía tácticas y estrategias, sabiendo que el socialismo no emergerá de un acto simultáneo a escala planetaria.Los ecos de su internacionalismo han emergido en los últimos años en los movimientos contra la guerra de Irak y en las iniciativas de los Foros Sociales Continentales. En estos dos ámbitos la figura del Che ha estado presente.Pero su legado se verifica más nítidamente en América Latina, ya que en ningún país se consideran actualmente proyectos exclusivamente nacionales. Frente a las clases dominantes que debaten convenios comerciales para forjar bloques competitivos, despuntan varias iniciativas de proyectos de emancipación a escala regional.El Che sabía que ningún progreso popular es factible sin doblegar al imperialismo norteamericano y alzó su voz contra el gendarme estadounidense en la OEA y en la ONU. La vigencia de este clamor salta a la vista en una era signada por la masacre de 600.000 personas en Medio Oriente, la legalización de la tortura, el creciente uso de mercenarios y la generalización de los secuestros en cualquier parte del mundo.El reconocimiento a Guevara se ha extendido junto al desprestigio que rodea al mandatario estadounidense. Basta contrastar las conmemoraciones que reivindican al Che con el repudio que acompaña a las giras de Bush. Este clima obedece a la pérdida de influencia de la primera potencia en su patio trasero. El pantano de Medio Oriente le ha quitado al imperialismo capacidad de intervención militar directa contra Venezuela o Cuba.Pero a falta de condiciones presentes el Pentágono se prepara para el futuro. Propició un ensayo de guerra preventiva de Colombia contra Ecuador, militariza las ciudades de México, construye nuevas bases en Perú y reactiva la Cuarta Flota que opera desde Miami.La tradición antiimperialista que legó el Che es fraternal hacia todos los pueblos del mundo. No es una batalla contra los oprimidos de Estados Unidos, sino contra los gobiernos, corporaciones y bancos de ese país. El comportamiento de la hija de Guevara en Irán -cuando se retiro de un homenaje oficial que cuestionaba el socialismo y el ateísmo- ratifica este sentido de una concepción ajena a cualquier dogma religioso.
SOCIALISMO INTEGRAL
La atracción que ejerce Guevara también obedece a la supervivencia de la revolución cubana al cabo de 50 años de conspiraciones y bloqueos. Difícilmente el interés por el Che presentaría la envergadura actual, si se hubiera repetido en la isla lo ocurrido en la URSS. Pero su reivindicación expresa, además, el resurgimiento de convocatorias al socialismo.Ha concluido el período de auto-censura que expurgó ese término de los discursos de la izquierda y en América Latina vuelven a debatirse los caminos para forjar una sociedad de igualdad y justicia. Este proyecto se recrea en oposición a los presidentes centroizquierdistas, que abandonaron cualquier alusión al socialismo para congraciarse con las clases dominantes.Como la figura del Che es indisociable del horizonte anticapitalista, su obra ha sido también debatida en las recientes conmemoraciones del Mayo francés. El socialismo constituye el eje de estas reflexiones, ya que alude al único sistema efectivamente poscapitalista.En este terreno Guevara ha dejado también importantes lecciones en su papel de funcionario de la revolución (1959-64). Desarrolló en Cuba una concepción integral del militante como luchador y administrador. El Che no aceptaba las especializaciones restrictivas y combinó el perfil guerrillero con su rol de Ministro de Industria.En su gestión de las empresas públicas impulsó mecanismos de participación y democratización opuestos a la primacía del mercado y a la arbitrariedad de los burócratas. Objetaba el esquema de competencia entre los trabajadores de firmas estatales que se instrumentaba en Yugoslavia y cuestionaba la simulación mercantil en la administración de compañías públicas en Hungría. Se opuso anticipadamente a la “Perestroika” que condujo a restauración del capitalismo en la URSS y al modelo que empuja a China hacia el mismo sistema. Pero Guevara tampoco aprobaba el esquema de planificación compulsiva, que la Nomenklatura del Kremlin manejaba en forma ineficiente y despilfarradora.En su breve experiencia como economista dejó irresuelto el diseño de los mecanismos que permitirían gestar una transición anticapitalista exitosa. Este avance requeriría desenvolver formas de planificación sustentadas en la democracia socialista, a fin de asegurar la participación colectiva. Esta presencia es indispensable para corregir los errores y discutir las alternativas, en un sistema que combine el poder popular con la representación indirecta.Pero cualquier debate sobre la gestión presupone la nacionalización previa de las empresas estratégicas. Este paso se consumó en forma muy acelerada en Cuba y presenta enorme actualidad en los países que encaran la nacionalización de los hidrocarburos.
“EL HOMBRE NUEVO” EN EL SIGLO XXI
En los debates sobre el impulso a la productividad en una transición socialista, Guevara tomó partido por los incentivos morales contra los estímulos materiales. Pero adoptó esta postura para el contexto cubano de los años 60, sin emitir un juicio aplicable a cualquier momento o país.Su postura fue coherente con el proyecto comunista de gestar una ética del hombre nuevo. Promovía la expansión de la solidaridad y la hermandad desde el inicio de la revolución, sin esperar estos efectos de una ampliación del bienestar material.Destacaba la imposibilidad de forjar una conciencia socialista eludiendo compromisos activos hacia el prójimo y repudiaba el cinismo que observaba entre los jerarcas del “socialismo real”. Este mensaje humanista ha calado profundamente entre los jóvenes que actualmente admiran al Che.Guevara ubicaba los obstáculos para erigir una sociedad poscapitalista en el terreno político. No localizaba estas dificultades en el egoísmo o el individualismo innato de personas. Por esta razón su legado incluye un código de conductas, actitudes y comportamientos que incentivan a continuar su obra.

El Desfiladero



Jaime Avilés

News Divine: el caso de la discoteca que se incendió en ArgentinaSe llamaba República Cromañón. Era un local de mil metros cuadrados, en el barrio Once de la ciudad de Buenos Aires. La noche del 30 de diciembre de 2004, cuando se incendió, había en su interior 4 mil personas ansiosas de escuchar al grupo de rock Callejeros. De pronto, un niño de cinco años, montado en los hombros de su papá, disparó una luz de bengala. Esta voló hacia una cortina y el fuego se propagó al resto del decorado. El aire, en cosa de segundos, adquirió una temperatura superior a 100 grados centígrados. Debido a que las salidas de emergencia estaban cerradas con cadenas y candados –por órdenes del dueño–, la gente huyó enloquecida por la puerta principal. Pero aunque nadie sufrió quemaduras graves, 199 espectadores murieron al inhalar ese aire que les calcinó los pulmones.El público de aquella noche estaba formado sobre todo por jóvenes menores de 18 años, de la franja social más desamparada, que ya eran padres de familia pero aún vivían bajo la protección económica de sus propios padres, apenas 20 años mayores que ellos: una amalgama de tres generaciones que se desplazaba en grandes contingentes a los conciertos musicales y a los partidos del Boca Juniors, cargando banderolas y fuegos de artificio. Esto explica por qué uno de los baños del antro había sido habilitado como guardería de bebitos y por qué el personal de seguridad había decomisado tantas luces de bengala, habituales en los estadios de futbol.Después del incendio estalló un movimiento en contra del alcalde Aníbal Ibarra. Fuera de la discoteca, los deudos improvisaron un altar con fotos de las víctimas, flores y mensajes como los siguientes: “Gloria eterna a nuestros angelitos”. “Nuestros invisibles están en el cielo con Dios”. “Pena de muerte para todos los culpables”. Y otros, escritos con la nueva gramática de los teléfonos celulares: “¡hasta 100pre, pibes!”. Pronto se sumaron a la lucha pequeñas sectas de “izquierda”, actualmente aliadas a los terratenientes que hoy tratan de derrocar a Cristina Fernández.Agobiado por la presión de los medios, Aníbal Ibarra ordenó una inspección exhaustiva de todos los antros de la ciudad. Clausuró 20 más. Cuando se supo que éstos presentaban las mismas irregularidades que Cromañón, subieron de tono las críticas en su contra. Era un joven cuadro y Néstor Kirchner tenía grandes planes para él. Sin embargo, después del incendio, vivió los siguientes dos años consagrado al intento inútil de contrarrestar los embates de quienes, más allá del dolor de los familiares y amigos de los finados, le sacaban raja política a la tragedia.Cuando Aníbal Ibarra renunció, hubo al poco tiempo elecciones y el gobierno de Buenos Aires cayó en manos de un empresario de ultraderecha, el dueño del Boca Juniors, Mauricio Macri, obsesionado por devolver a los patrones las empresas recuperadas por los trabajadores tras la crisis del corralito. Ahora, cuatro años después del caso República Cromañón en Argentina, surge en México el caso News Divine: un establecimiento ubicado en la misma franja social que el de allá, con un público similar en términos económicos y culturales, y con una rentabilidad política de larga duración, que puede mantener contra las cuerdas al gobierno de Marcelo Ebrard e incluso derribarlo, si quienes lo eligieron no salen en su defensa cuando las circunstancias lo ameriten.Por lo pronto, las renuncias de las tres figuras públicas más importantes implicadas en el desastre –el delegado Francisco Chíguil, el secretario de Seguridad Pública, Joel Ortega, y el procurador capitalino, Rodolfo Félix Cárdenas–, pueden dar origen a un nuevo choque entre Ebrard y Felipe Calderón. Muy pronto.De acuerdo con las leyes vigentes, el jefe del Gobierno capitalino tiene la facultad de proponer, solamente proponer, no de designar, al secretario de Seguridad Pública y al procurador local. Pero le corresponde al titular del Ejecutivo federal aprobar –sí, dar su venia, como si fuera un monarca decidiendo los destinos de una colonia– las sugerencias hechas por quien de este modo se convierte en una especie de subordinado. Es por ello que, hasta el momento, el doctor Miguel Ángel Mancera, sucesor de Félix Cárdenas, funge como “encargado del despacho” al frente de la procuraduría, mientras el doctor Manuel Mondragón y Kalb, en lugar de Joel Ortega, hace lo propio al frente de Seguridad Pública.Para que uno reciba el cargo de procurador y otro el de secretario, falta que Calderón regrese de China y dé su beneplácito a las propuestas de Ebrard, quien no se reunirá con él para solicitárselo. Si Calderón dice que no, que Mancera y Mondragón no le gustan, Ebrard podrá hacer una de las siguientes dos cosas: elevar al trono nuevas propuestas, hasta que alguna le satisfaga al de Los Pinos, o encogerse de hombros y olvidarse del asunto, dejando a los mencionados doctores en calidad de encargados de despacho hasta el último día de su gobierno.El obispo de Saltillo, don Raúl Vera López, ha subrayado que Ebrard tardó sólo 18 días en despedir a las dos principales cabezas del gabinete de seguridad, y aun así fue criticado en los medios por su “lentitud”, mientras Calderón nada ha hecho, a lo largo de año y medio, en contra de un asesino serial como Ulises Ruiz, de un violador de derechos humanos como Mario Marín, de un contratista ilegal como Juan Camilo Mouriño, o del dueño de la mina Pasta de Conchos. Pero aquí no es la velocidad lo que marca la diferencia.Ebrard no puede permitir que Calderón le imponga a nadie en esos dos puestos claves, porque ello sería lo mismo que entregarle las llaves de la ciudad a los cárteles, que aquí no han podido actuar como en los estados del norte del país porque el GDF aplica otra política. No olvidemos que Mouriño “coordina” per-so-nal-men-te a las fuerzas del orden en Sinaloa, con una eficacia tan grande que sólo anteayer, en Culiacán, hubo en las calles una docena de asesinatos, en los cuales perdieron la vida varios inocentes.Mientras tanto hoy, a las 12:00 horas, en el parque México de la colonia Condesa, una compañía de adelitas de la octava brigada de las Enaguas Profundas, estrenará su muy particular y divertida versión de El Loro Negro, y mañana, a las 13:00, en el centro de Tlalpan, hará lo propio el grupo de actores formado y dirigido por Jorge Zárate, con la participación de Rogelio Fernández-Alonso, Blanca Salces, Verónica Albarrán, Baltimore Beltrán, Micaela Gramajo, Leo Soqui y el (intruso) autor de estas líneas. Pero si esta noche quieren disfrutar de una verdadera joya teatral, vayan a las 22:30 a El Vicio (Madrid 13, Coyoacán), donde Ana Francis Mor y Adriana Moles presentarán Fraudestein, una deliciosa mezcla de circo, zarzuela y cabaret, para llorar de la risa.

Para comunicarse con esta columna jamastu@gmail.com

Monday, June 30, 2008

que cuando de noticias importantes, la oligarquía y su amigos nunca informaran:

La entrega del petróleo: quiénes, por qué, para qué

La reforma energética propuesta por el Poder Ejecutivo ha sido demolida en cada uno de sus puntos y motivos a lo largo de los debates públicos de estas semanas, junto con los argumentos de sus partidarios puestos a defender una falacia. Ha quedado como lo que es: una tentativa de despojo y privatización de la riqueza petrolera mexicana. No tiene caso venir a repetir lo ya dicho. Me basta hacer mías, entre tantas otras, las razones y las pruebas aducidas días atrás por Javier Jiménez Espriú en impecable escrito.
En cuanto a la situación de hecho, es la siguiente. Después de 36 años, las grandes empresas del petróleo regresan a Irak. Después de 70 años de la expropiación de 1938, en medio de la actual fiebre especulativa mundial en el mercado petrolero, esas empresas se disponen a regresar a México pasando por encima de la Constitución y de las leyes de esta nación.
Pero aquí no hubo, como en Irak, guerra o invasión extranjera. Lo que tuvo lugar es un cambio de mando del Estado. La vieja y exhausta clase dirigente, cuyo modo político de ejercicio y de negociación del mando se encarnaba en el PRI y en sus tratos con el antiguo PAN, ha sido sustituida en el ejercicio del poder por el mando del capital financiero mexicano bajo el amparo de las finanzas internacionales.
Este nuevo mando es la encarnación en México del orden social neoliberal mundial –orden social, no modelo económico, pues es un nuevo orden social del capital lo que se expande en el mundo de inicios del siglo XXI.
Ese mando todavía no ha encontrado su forma política ideal, su modo de trato y negociación con la nación mexicana y con su pueblo. Está tanteando cómo modelar esa relación, cómo consolidarse y superar la actual fragmentación de los poderes entre los gobernadores, donde cada uno actúa como dueño y señor de su territorio frente al gobierno central y a sus propios gobernados. Hasta don Porfirio se escandalizaría si viera este espectáculo...
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El mando del capital financiero necesita encontrar, unificar y legitimar sus formas políticas y está resuelto a lograrlo. Por eso el desmantelamiento de los pilares de la Constitución, malamente disfrazado de leyes reglamentarias. Otros gobiernos antes fueron desmantelando a Pemex durante décadas para dejarla a punto de privatización, como aquí mismo lo han documentado técnicos y especialistas. Pero para consolidarse, y no sólo para hacer negocios, este nuevo mando necesita ahora desmantelar además el patrimonio nacional entero, pues la forma de existencia de ese capital al cual representa consiste en penetrar capilarmente en todos los poros de las relaciones económicas, sociales, políticas, culturales e imaginarias de la nación, y en las de ésta con el territorio y la naturaleza.
Esta mutación financiera del poder mexicano tiene su actual representante en el gobierno de Felipe Calderón y Agustín Carstens, avalado en 2006 sólo por un tercio de los votantes en un proceso electoral por demás tenebroso.
No estamos, pues, ante un mando estabilizado con un partido histórico en el gobierno. Tampoco se trata de una vulgar mafia movida sólo por afanes de corrupción, como suele argumentarse en su contra. Estamos, por el contrario, ante un verdadero y real grupo dirigente de advenedizos que a sus espaldas tienen el poder de las finanzas y el monopolio televisivo. Lo encabeza la dupla Calderón-Carstens. No se les detendrá con calificativos ni con insultos que apenas sirven como desahogo.
Este grupo dirigente está llevando al país a una aventura que atenta contra los fundamentos históricos, culturales, económicos y jurídicos de esta comunidad nacional verdadera e ilusoria que se llama México, para consolidar en cambio el orden social y político de la nueva riqueza financiera en ostentosa e incontenible expansión desde la década de 1990.
De esto y nada menos es de lo que se trata.
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Pero una nación no es un montón de gente viviendo sobre un territorio. Es una comunidad humana, tanto real como imaginaria, con un pasado y una cultura comunes, con intereses compartidos y conflictos de intereses, en la cual leyes escritas y no escritas regulan las relaciones y las vidas. Lo primero se llama historia; lo segundo, economía; lo tercero, política y estatuto jurídico.
En tales premisas se sustentó la expropiación de 1938 con sus amarres constitucionales y legales. El petróleo no es en México una simple propiedad. Es un patrimonio de la nación y de su pueblo. No es mineral inerte, es herencia común y es trabajo objetivado y acumulado por generaciones. Todo eso es ignorado por la propuesta privatizadora de Felipe Calderón y Agustín Carstens.
El discurso de los expropiadores de 1938, los generales Lázaro Cárdenas y Francisco J. Múgica, fue un discurso de soberanía, un discurso de legalidad y un discurso de trabajo. Se lo puede encontrar tal cual en los Apuntes del presidente Cárdenas editados por esta universidad.
Discurso de soberanía porque, para recuperar el petróleo, ambos generales consideraron y sopesaron la coyuntura internacional y concluyeron, con razón y con pericia, que las grandes potencias estaban por entrar en una guerra mundial y no podrían defender hasta el fin a sus compañías en México. Tendrían que negociar y así lo hicieron, Estados Unidos el primero pues era quien, en caso de guerra, mayor valor estratégico concedía a ese mineral contiguo. El discurso de soberanía era así, además, un discurso geoestratégico. Ambos están ausentes en la propuesta del Poder Ejecutivo.
Discurso de legalidad porque el presidente Cárdenas sustentó la medida expropiatoria por un lado en la rebeldía de las compañías petroleras ante un laudo de la Suprema Corte, con lo cual desafiaban la ley de la nación; por el otro, en el dominio eminente de ésta, heredado de la Corona española, sobre el suelo, el subsuelo, los mares y los cielos de su territorio. Contra esa legalidad va la iniciativa del actual gobierno.
Discurso de trabajo porque la recuperación del petróleo se apoyó en una movilización nacional, antecedida y preparada por un reparto agrario sin precedentes y articulada en torno a la organización y la movilización de los trabajadores de la industria petrolera y de su sindicato. Trabajadores de la industria y sindicato siguen existiendo. Pero están hoy ausentes de estos debates y al sindicato lo controla una burocracia corrompida, cliente y cómplice de cada gobierno en turno.
La ausencia de todo discurso del trabajo, el silencio y la exclusión de los trabajadores y sus organizaciones, es el indicio ominoso de que esta proyectada entrega forma parte del asalto general del capital financiero contra el trabajo, rasgo definitorio del nuevo orden social global. Este es, empero, un tema mucho más vasto a ser abordado en otras sedes.
Con creces se ha demostrado en estas semanas que la premura tecnológica y la premura económica son añagazas, así como se ha probado que es simple chantaje la amenaza de que, si no se privatiza Pemex, no habrá recursos para educación, salud y el supuesto “combate a la pobreza”. Una reforma fiscal que hiciera pagar a las grandes fortunas los impuestos normales en los países democráticos daría los recursos y liberaría a Pemex de la exacción actual por parte del Estado.
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La iniciativa privatizadora Calderón-Carstens tiene otro sesgo amenazante. El patrimonio petrolero es parte de cualquier política de soberanía y seguridad nacional frente a potencias externas y sus gobiernos. Esta iniciativa dejaría a México desprotegido y subordinado a la política militar de Estados Unidos y a su plataforma continental de seguridad. Las fuerzas armadas mexicanas quedarían en condición de vasallaje ante el Pentágono, objetivo también de la Iniciativa Mérida.
Al hacer depender a esas fuerzas de la tecnología y el armamento de la potencia vecina; al utilizarlas repetidamente contra el pueblo mexicano y sus movimientos, como sucede con creciente gravedad en Chiapas y en la frontera sur; al embarcarlas en la guerra contra el narco, tarea policial por excelencia; al promover que el “turismo” extranjero se vaya apropiando de costas y penínsulas de México, en especial de Baja California, el presente gobierno prepara porvenires funestos para este país.
Este es el marco general de su reforma energética. Mañana nos propondrán arrendar Baja California para instalar bases militares de Estados Unidos porque el petróleo ya se enajenó y no hay dinero para salud y educación...
La defensa de la nación y de su soberanía requiere además el cese de la violencia interna. Por un lado, es urgente reconocer los derechos indígenas y así cortar de raíz la guerra interior latente y presente en Chiapas. Por el otro, urge ubicar y definir con precisión los sustentos de la guerra del narco en tanto operación de desestabilización militar del territorio. ¿Quién la apadrina y alimenta, a cuál diseño está sirviendo? No me cuadran los capos y sus fortunas como explicación única y suficiente.
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Como tema de esta mesa se nos pregunta acerca de las consecuencias políticas, jurídicas y sociales de la iniciativa oficial de reforma petrolera. Después de lo antes dicho, respondo: en la presente crisis financiera mundial, en vísperas de un posible cambio de dirección política en Estados Unidos, en tiempos de guerras declaradas y no declaradas, cuando el patrimonio petrolero es como nunca un producto estratégico, entregarlo al capital privado es lanzar a la nación mexicana a una aventura política, geopolítica, jurídica y social.
Tales consecuencias nos llevarían a un desastre nacional. Habrá que impedirlo por todos los medios necesarios.


Ciudad Universitaria, México, 27 junio 2008


Adolfo Gilly *

Texto presentado en el Debate Universitario sobre la Reforma Energética, Centro Cultural Universitario, Tlatelolco, Mesa 21, “Consecuencias políticas, jurídicas y sociales de la reforma petrolera”, 27 junio 2008.